Se sube a los árboles, monta en su monopatín y en su bici, como cualquier niño de 11 años. Harry Crowther, sin embargo, envejece cinco veces más rápido que sus amigos, por culpa de una rara enfermedad genética. Este chico británico de Mirfield, West Yorkshire, que sufre una variedad atípica del síndrome de Progeria, ya comienza a tener una piel más arrugada y a sufrir dolores en sus huesos, como un anciano.
Harry, de 11 años sufre una rara enfermedad genética que lo hace envejecer cinco veces más rápido que sus amigos. Sufre artritis como un anciano y tiene que medicarse continuamente contra los dolores y sus problemas en las articulaciones.
Los padres de Harry saben que con toda probabilidad su hijo vivirá pocos años, aunque los médicos no saben exactamente cómo evolucionará la enfermedad, según publica el Daily Mail.
Sin embargo, los cambios en su cuerpo son evidentes: Su piel ya es más fina, como en el proceso natural de envejecimiento y sus huesos se resienten. Los médicos le han diagnosticado artritis.
La familia, asegura que tiene que controlar las lágrimas y vivir estos momentos juntos. Harry tiene que tomar pastillas cuatro veces al día para aliviar el dolor y hace ejercicios para ayudar a sus rígidas articulaciones.
“Él habla, camina y estudia en una escuela normal. Es sólo que es ligeramente diferente”, dice su madre.
Harry, que vive con su padres, sus hermanos Emma, de 16 años y Jack, de 14, nació en el Hospital de Distrito Dewsbury sin ninguna complicación.
Pereo a los pocos años en su cuerpo,  en la zonas de las axilas le aparecieron grandes pecas marronas. Cuando empezó la escuela, su rostro empezó a cambiar y los médicos lo mandaron a un especialista en genética del Hospital General de Leeds.
Durante años, los síntomas de Harry desconcertaron a los médicos hasta que sus padres vieron un programa de televisión sobre una niña con Síndrome de Hutchinson Guilford Progeria – la condición más cercana a la enfermedad de Harry.
A los siete años fue diagnosticado en un centro de investigación de Texas, en EEUU. Los padres tienen esperanza de que los médicos encuentren alguna cura, además porque una enferma con un padecimiento similar al de Harry logró sobrevivir hasta los 26 años.