
Una segunda plataforma – para una orquesta y un pianista- fue levantada al lado para completar el ambiente festivo.
Tras dar el sí, los recién casados, con los tobillos atados al bungee caminaron por un pasillo y saltaron al vacío.
Jeroen y Sandra, son de Bruselas, Bélgica, y fueron los primeros del mundo en casarse en el aire.
Ahora, decenas de parejas esperan un turno para copiar la ceremonia inusual.
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