
Más de un siglo después de cruzar el río Bravo desde México hacia Estados Unidos, Eulalia García Maturey, de 101 años, se convirtió este martes en ciudadana estadounidense.
García Maturey entró en la exclusiva lista de 15 inmigrantes mayores de 100 años que se han naturalizado.
La mujer, quien llegó a EE.UU. el 12 de octubre de 1909, cuando era apenas una pequeña bebé, indicó que lo primero que desea hacer como ciudadana es votar en las venideras elecciones del 2 de noviembre.
“Me siento muy bien por lo que he logrado, a mis años y con mi salud”, exclamó con una voz ronca la inmigrante de origen mexicano.
La centenaria inmigrante fue la única que levantó la mano para jurar por la bandera de EE.UU. ante un oficial de la oficina de servicios de ciudadanía e inmigración (USCIS por sus siglas en inglés).
“Ya ella puede gritar a los vientos que es ciudadana”, dijo por su parte Yolanda Ovalle, sobrina política de García Maturey, quien también reside en Brownsville.
Una vida tranquila
Una vida tranquila
Nacida en Monterrey, México, García Maturey sobrevivió a dos maridos, sus dos hijos y un sin fin de reglas y leyes migratorias estadounidenses.
Atravesó la frontera en brazos de su madre cuando tenía seis meses de nacida. En aquella época, era normal el cruce de mexicanos y estadounidenses desde ambos lados de la frontera sin la necesidad de producir documentos migratorios.
La madre soltera se ganaba la vida lavando ropa y junto a su hija vivió una vida tranquila en la ciudad tejana.
En 1940, Guerra Mundial, el Congreso de EE.UU. pasó la Ley de Registro de Extranjeros que requería a todos los inmigrantes registrarse con el gobierno.
Así lo hizo García Maturey junto a millones de extranjeros y en 1941 recibió un “Certificado de entrada legal”.
Con ese documento la inmigrante cruzó la frontera durante años, y ha sido lo que le ayudó a ser candidata a la ciudadanía de EE.UU.
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