

Yi Xilian trajo al mundo a su hijo en un hospital de Changsha, provincia de Hunan. El embarazo fue normal y después de todas las pruebas le aseguraron que el niño no tendría problemas.
Cuando la mujer dio a luz no le permitieron ver a su hijo y tras mucho insistir, su esposo le advirtió de que no estuviera triste, pero cuando vio al pequeño “me derrumbé”, ha contado la desesperada madre. Kang Kang, con un año y dos meses, todavía no es consciente de que su cara está dividida al nivel de la boca.
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